La Cámara de Diputados aprobó hoy con cambios el proyecto de ley que apunta a crear una cédula escolar nacional para llevar un seguimiento informático de la trayectoria de cada alumno del país, para combatir la deserción.
La iniciativa recibió 198 votos a favor, dos en contra (de las trotskistas Romina Del Plá y Nathalia González Seligra) y una abstención (de la kirchnerista Nilda Garré).
El proyecto ya cuenta con media sanción del Senado, pero se le aplicaron cambios vinculados a la protección de datos personales de los menores, por lo que deberá volver a la cámara de origen en revisión.
Se trata de un dispositivo informático para realizar un monitoreo del desempeño de los alumnos desde que ingresan al sistema educativo hasta que egresan, y de esa manera poder actuar rápidamente frente a la detección de casos de deserción escolar.
La normativa propuesta plantea que la cédula se cree una vez que el alumno ingresa al sistema educativo nacional y que finalice cuando egresa del sistema tras concluir sus estudios secundarios.
El propósito es que el Sistema Integral de Información Digital Educativa genere alertas inmediatas toda vez que los alumnos registren una seguidilla de ausencias al establecimiento educativo, no se inscriba para el inicio del año escolar, o no se anote para rendir las materias adeudadas.
También se propone que se establezcan alertas ante la falta de controles sanitarios obligatorios y de vacunación, y de todo otro indicador de riesgo de deserción escolar.
La diputada radical Brenda Austin afirmó que la Cédula Escolar Nacional «es una herramienta fundamental para el seguimiento de las trayectorias educativas de los niños, niñas y adolescentes de nuestro país».
En la misma línea, la legisladora del Frente Renovador Rosa Muñoz destacó que «es una herramienta importante para lograr la permanencia de niños en el sistema educativo».
En cambio, Del Plá (Partido Obrero-Frente de Izquierda) dijo que es instrumento que «no resuelve el problema de la deserción escolar».