El ministro de Defensa, Oscar Aguad, insistió en la necesidad de avanzar en una «reconversión» de las Fuerzas Armadas y señaló que «no es fácil diagnosticar si se van a cerrar o no regimientos» en el marco de la reforma militar que impulsa el Gobierno nacional.
«No es fácil diagnosticar si se van a cerrar o no regimientos.
Pero la idea es comenzar esta reconversión e ir avanzando de a poco, hasta que el país consolide un nuevo sistema de defensa», dijo Aguad.
En declaraciones a La Nación, durante una visita al Regimiento de Infantería Mecanizado Nº 3 del Ejército, en Pigüé, Aguad afirmó que la «reconversión de las Fuerzas Armadas se está llevando adelante e implica una puesta en valor con las nuevas amenazas que tiene el país».
El funcionario explicó que comprende «una readecuación de las instalaciones y un reacomodamiento de los miembros de las fuerzas militares».
El plan de «modernización» de las Fuerzas Armadas fue puesto en marcha el año pasado por el presidente Mauricio Macri y en su ejecución interviene el Estado Mayor Conjunto, que encabeza el teniente general Bari del Valle Sosa.
A través de un decreto, el Gobierno dispuso un replanteo en el despliegue de unidades y el envío de más militares a la frontera norte para combatir el narcotráfico.
Al respecto, si bien el ministro no especificó cuáles serán las bases militares que cerrarían o que se reubicarían, las unidades se agruparían en función de dos criterios: proximidad geográfica y especialidad.
Actualmente, el Ejército cuenta con 51.309 militares en sus filas y un total de tres divisiones, 11 brigadas y una fuerza de despliegue rápido.
La Armada tiene su base principal en Puerto Belgrano y otros cinco comandos con un total de 18.368 marinos.
Y la Fuerza Aérea reúne ocho brigadas, tres bases aéreas y la presencia en la Antártida con un total de 13.837 hombres y mujeres.
Aguad aseguró que el plan de modernización está en plena etapa de desarrollo, aunque anticipó que «es un proceso que va a llevar muchísimo tiempo».