El jefe de Gabinete, Marcos Peña, enfrentará mañana al menos 838 preguntas de senadores durante una rendición de cuentas en la Cámara alta y una de las preocupaciones de los legisladores es la suba del dólar, pero el funcionario evitará realizar pronósticos argumentando que «es natural que ocurran ciertos desvíos» de las proyecciones.
A pesar de que el presupuesto 2019 que envió la Casa Rosada y votó la mayoría en el Congreso, en diciembre de 2018, tenía una cotización de $40,10 por dólar, Peña hizo saber su posición frente a las proyecciones que no coinciden con el valor de mercado.
«El Ministerio de Hacienda informa que las proyecciones del mensaje de presupuesto son anuales, por lo que a la fecha no es posible establecer la magnitud de las mismas al final del ejercicio presupuestario», escribió el jefe de Gabinete.
Y además, agregó que «dichas proyecciones se realizan con la mejor información y herramientas disponibles al momento de presentación del mensaje, pero es natural que ocurran ciertos desvíos, más aún después de un año en el que se registró mucha volatilidad».
Con respecto al aumento del costo de vida, que el presupuesto supo fijar en 23% para todo el 2019, aunque en los primeros tres meses sumó 6,8%, Peña sostiene en su informe a los senadores que «la inflación de años anteriores a 2016 tenía el efecto de el retraso relativo en los precios de los bienes y servicios regulados, pero dejó activadas las bases de una aceleración inflacionaria».