El canciller Jorge Faurie sostuvo hoy que la salida de ciudadanos de Venezuela producto de la crisis es «una emergencia» que la región «nunca había confrontado previamente» y calculó en «más de 3 millones» la cantidad de personas que están protagonizando en los últimos días una nueva oleada migratoria desde el país caribeño.
«Es una emergencia que nuestra región nunca había confrontado previamente. Los procesos migratorios obedecían a otros motivos y en otras partes del mundo. Ahora nos toca hacer frente a un desplazamiento de más de 3 millones de personas hacia nuestros países y muchos otros rumbo a Europa», afirmó el canciller sobre la situación de Venezuela.
Faurie se pronunció de esa forma al participar de la IV Reunión Técnica Internacional sobre la Movilidad Humana de Ciudadanos Venezolanos en la Región, realizada en el Palacio San Martín, sede de la Cancillería argentina.
«La Argentina está particularmente comprometida con toda la situación de los venezolanos, y junto al Grupo de Lima trabajamos para hacer frente a esta crisis humanitaria, económica, social y política, pero sobre frente a la falta de libertad», remarcó Faurie.
Y agregó: «Ojalá podamos ayudar a los venezolanos para volver a la plenitud de una nación que fue próspera y que en muchos momentos de la historia reciente ayudó a los países de la región, entre ellos Argentina».
Faurie puso de relieve que la Cancillería «trabaja codo a codo con la Dirección Nacional de Migraciones» sobre esta dura crisis que afecta a Venezuela, mientras que responsabilizó a «la dictadura del régimen Maduro de todo este caos, de esta tragedia que requiere acciones conjuntas». .
«Tenemos que ver cómo les damos acogida a los migrantes y abordamos el impacto sobre el campo laboral, los sistemas de salud, el cuidado especial de la niñez y evitar que se genere la trata de personas», planteó el funcionario.
Por último, el jefe de la diplomacia argentina subrayó la necesidad de contar con «una plataforma regional con datos de refugiados y migrantes» venezolanos para que los países de la región puedan «ayudar y articular soluciones».