Leones en un alfalfar
6 de febrero de 1817: en las afueras de la ciudad de Jujuy se produjo el combate de San Pedrito, en el que un escuadrón de caballería realista fue abatido por 400 infernales y gauchos al mando de Juan Antonio Rojas.

Los invasores se encontraban “forrajeando” en un potrero del lugar, es decir cortando alfalfa, protegidos por efectivos de una compañía de Infantería del Batallón de Extremadura.
El ataque de los gauchos fue sorpresivo y la lucha encarnizada, quedando en el campo aproximadamente un centenar de realistas muertos, 40 de ellos peninsulares, y siete prisioneros, mientras que seis hombres de Rojas fueron derribados por dos descargas del batallón español.
Mientras los gauchos levantaban los despojos del enfrentamiento, apareció en auxilio de sus compañeros una guardia de los Dragones de la Unión, cuyos efectivos también sucumbieron en la acción, salvo tres que lograron fugar.
El parte del comandante Rojas a Güemes, dice que los patriotas avanzaron sobre el enemigo “como unos leones”.
Tras aproximadamente dos horas de lucha y ante el avance de columnas de artillería que salían de la ciudad hacia el potrero de San Pedrito, Rojas emprendió la retirada, llevando las armas de los vencidos.
Durante la invasión que cayó sobre Jujuy en 1817, tuvieron lugar una gran cantidad de combates, sorpresas y escaramuzas que desgastaron poco a poco, pero sin pausa, a las fuerzas enviadas por el rey de España, las que a pesar de su superioridad en recursos, tuvieron que abandonar el territorio jujeño completamente derrotadas. El episodio del potrero de San Pedrito fue una cabal demostración de la vulnerabilidad de los realistas ante esta estrategia.
Ilustración: comandante Juan Antonio Rojas.