En 1858 se inauguró en Jujuy el Colegio de Dolores
Colegio de Dolores – Jujuy – 11 de julio de 1858: por iniciativa del sacerdote y político Escolástico Zegada, se inauguró en la ciudad de Jujuy el Colegio de Dolores, institución educativa dedicada a formar mujeres para el magisterio.
De su propio peculio, Zegada compró el terreno e hizo construir el edificio, que estaba situado frente a la plaza de la ciudad.
Hasta la creación de este colegio, no existía en Jujuy un establecimiento adecuado para la educación de las niñas sino escuelas particulares de efímera vida a las que tenían acceso muy pocas educandas.
El objeto primordial de la institución, expresaba el sacerdote, era «la enseñanza y educación del sexo femenino bajo un régimen esencialmente católico, procurando inculcar el amor y la práctica de las obras de misericordia».
La licencia para fundar el colegio fue concedida inicialmente por el vicario capitular y gobernador de la diócesis, Miguel Ignacio Alurralde, y luego se autorizó por decreto del gobernador Roque Alvarado.
El personal era laico y venía de una pequeña escuela de niñas que había funcionado antes de 1858. Fue su primera rectora María Bárbara Navarro, docente de Catamarca traída a Jujuy por Zegada.
El propósito del fundador era que la casa de educandas fuera dirigida por una comunidad de religiosas, por lo cual inició gestiones en Europa. En el año 1877, con el arribo de las Hermanas del Huerto, el colegio pasó a ser dirigido por monjas de esa congregación y llevó su nombre.