25 de enero de 1593: El militar de origen vasco Francisco de Argañaras y Murguía es autorizado a fundar una ciudad en el Valle de Jujuy.
En la zona, que era estratégica para las comunicaciones con el Perú, ya se habían realizado dos fundaciones que fueron frustradas por la resistencia indígena y otra, encomendada a Juan Pedrero de Trejo, no se había podido realizar por falta de hombres y recursos económicos.
Conocida la renuncia de Pedrero de Trejo, el capitán Argañarás solicitó se le encomendara la misión al gobernador del Tucumán, Juan Ramírez de Velasco, quien autorizó la empresa.