Cuatro testigos, entre ellos el ex chofer de Milagro Sala, brindaron hoy su testimonio en la tercera audiencia del juicio de «la balacera de Azopardo», que investiga un ataque ocurrido en 2007 en San Salvador de Jujuy, por el cual la jefa de la organización Tupac Amarú, está imputada del presunto delito de «tentativa de homicidio», informaron hoy fuentes judiciales.
El juicio se realiza ante el Tribunal en los Criminal Oral 2, donde las partes buscaron dilucidar la secuencia de los hechos, la conducta de los imputados y otros detalles del incidente que terminó con una niña de 11 años herida dentro de una carnicería.
Según su relato, el ex chofer Miguel Sandro Enríquez, observó a la distancia como se dispararon Alberto Cardozo, (quien por entonces no estaba aliado de Milagro Sala) y Fabián Ávila, imputados por “homicidio simple en grado de tentativa” y “homicidio agravado por precio o promesa remuneratoria en grado de tentativa y homicidio simple en grado de tentativa”, respectivamente.
“Fuimos al lugar por orden de Milagro Sala a poner mesas y repartir folletos”, relató Enríquez, quien relacionó al episodio con “cuestiones políticas” del momento ya que por entonces ellos apoyaban al concejal Pablo Lozano (en su candidatura a la intendencia) mientras que Cardozo, a quien “conocía del barrio”, estaba alineado al intendente José Luis Martiarena y tenía un local partidario.
La acusación del testigo contra Cardozo fue rechazada por su abogado quien pidió un careo ya que su cliente “no realizó ningún disparo” pero Enríquez -apodado “Mazzoni”- se mantuvo en sus dichos.
En esa instancia Cardozo le reclamó a “Mazzoni” por qué no menciona a Jorge Páes (sobreseído de la causa) cuando “todos saben que estaba junto a Ávila” adentro de un auto rojo con vidrios polarizados, y de donde bajó el imputado y disparó.
Antes de esto, Sala pidió no escuchar a Enríquez porque “no iba a poder contenerse” y mientras salía del recinto acusó a su ex chofer de “pagar a los testigos”.
“Mazzoni”, quien actualmente realiza tareas de desmalezamiento para la Dirección de Vialidad, dijo que fueron al lugar advertidos porque, afirmó, “Milagro nos dijo que podía haber problemas”.
Los otros testigos hoy fueron José Cardozo, quien aseguró que aquel día hubo disparos de Ávila y Páes contra su hermano Alberto, «entre 5 y 7»; María Arjona ex compañera de Cardozo en la municipalidad local, y Jorge Giménez, quien vio como Cardozo se protegía con un árbol de la balacera.
Por otro lado, el tribunal tomó un pedido de la defensa de Ávila para realizar una inspección ocular en el lugar donde ocurrió la balacera.
Después de la audiencia, Sala acusada de «homicidio agravado por precio o promesa remuneratoria en grado de tentativa», fue regresada a su casa del dique La Ciénaga, donde cumple la prisión preventiva.
Sala también es juzgada en la causa «Pibes Villeros», imputada por «fraude a la administración pública, asociación ilícita y extorsión».
Los hechos que originaron la causa de la balacera sucedieron el 27 de octubre de 2007, en el Barrio San Francisco de Alava, (ex Azopardo), durante los cuales dos bandos se enfrentaron con armas de fuego.
Según la requisitoria fiscal, antes de los hechos Ávila habría concurrido al domicilio de Milagro Sala en la capital jujeña, donde habría recibido la orden de matar a Cardozo, encuentro que, presuntamente, fue en presencia de varios allegados a Sala.
Por el servicio requerido, según la investigación, Sala habría pagado previamente a Ávila a través de la entrega de una casa, ubicada en barrio Sargento Cabral propiedad de la acusada, con lo que simultáneamente se instrumentó la compraventa del inmueble mediante escritura pública.